HRANA para Mac

Una experiencia audiovisual meditativa

HRANA es una experiencia gratuita de aventura creada por Buldozer. Este juego de exploración experimental es una experiencia inmersiva que te pone al control de un viajero que se mueve por un paisaje pintado a mano que contiene un ambiente meditativo sobre su fondo rico en historia. Al interactuar con varios objetos disponibles, desbloqueas más de los escenarios y más de la historia.

A diferencia de la mayoría de los juegos de exploración como Proteus o Braid, HRANA presenta mínimos diálogos y personajes. Es más bien un viaje introspectivo en el que se examina al personaje principal y el entorno que le rodea, a pesar de su eficaz uso del trabajo de actuación de voz.

Tu juego de arte multicapa

La mayoría de los juegos se centran en un objetivo y en conflictos que te impiden alcanzarlos. Con HRANA no existen tales cosas, dejándote solo con tus pensamientos. Además, se hace único por la obra de arte dibujada a mano por el desarrollador, inspirada en la región del mundo real de Sudetenland, en zonas que ahora forman parte de la República Checa. La pintura presenta ruinas, edificios abandonados reclamados por la naturaleza, y algo que se asemeja a un campo de clavos gigantes.

Su modo de juego es sencillo, utilizando una mecánica de apuntar y hacer clic para guiar al turista por la zona. No hay enemigos o peligros de los que tener cuidado. El uso de colores claros, a menudo pastel, crea una sensación relajante en todo el juego. Hay puntos interactivos para examinar, aunque no incluye nada parecido a objetos u objetivos. Además, hay elementos extraños y surrealistas en el juego, pero no suponen ninguna amenaza.

El juego también tiene un paseo corto; puedes terminar el juego en poco menos de 15 minutos. No hay secretos ni finales alternativos, y el único que tiene es vago y se deja a la imaginación del jugador. Básicamente, el juego sólo te permite navegar por una obra de arte gigante, con las emociones y las interpretaciones todas dejadas en manos del jugador.

No es un juego en el sentido literal

Simplemente, HRANA no es un juego en el sentido literal, pero en un sentido sorprendentemente bueno. No tiene objetivos claros, su historia depende de que el jugador haga el trabajo extra fuera del juego, y se juega simplemente apuntando y haciendo clic. Es más bien una experiencia audiovisual meditativa, cuyo contenido se basa en ideas complejas. Merece la pena jugar a esta obra a pesar de su corta duración.